Las pieles para calzado que se pueden utilizar para la confección de zapatos tanto de hombre y mujer como de niño puede ser muy variada.

Además no sólo hablaremos de las diferentes pieles curtidas que se pueden aplicar a esta parte del vestuario, si no que explicaremos por qué deberíamos llevar calzado de piel o al menos, qué aspectos positivos conllevan.


 

Zapatos de cuero

Este tipo de calzado ha sido siempre el predilecto en mundo de la moda, además para el uso común de los zapatos también es el más utilizado por el resto de personas.

¿Por qué? Muy sencillo, por la protección que ofrece el cuero como una de las pieles para calzado más resistentes, además de su gran comodidad al tener un alto nivel de adaptación a la forma del pie.

 

Botas de cuero

Al igual que los zapatos, las botas de cuero tienen los mismos beneficios y razones para usar esta piel curtida.

Aunque es cierto que en las botas, la razón principal por la que se le atribuye a este tipo de piel para calzado a las botas es normalmente, por su robustez y dureza.

A veces encontramos botas muy estilosas para vestir, pero el uso original de éstas tenía una finalidad más funcional que de moda.

Las pieles para calzado pueden ser muy variadas ya que pueden proceder de diferentes animales, teniendo cada una una estructura distinta y características diferentes.

 

Tipos de las pieles para calzado

Existen diferentes tipos de pieles para calzado, las clasificamos según la procedencia animal de la que se elabora el cuero.

 

Piel de vaca

Tiene una alta resistencia y permite fabricar desde zapatos de diario, hasta de deporte y suelas.

Al tener un mayor grosor de lo habitual, se pueden extraer varias capas de la misma pieza.

Las pieles para calzado que se extraen a partir de este animal, se caracterizan por esta resistencia y a la vez transpirabilidad.

cuero de vaca

Piel de cerdo

No posee una alta calidad como la anterior, es más porosa, suave y sobre todo duradera.

Normalmente se utiliza para elaborar los forros del calzado para que se destina este tipo de piel.

Dentro de la clasificación por calidad en las pieles para calzado, este tipo de piel estaría al final de la tabla, es muy útil y comercializada pero no para elaborar grandes acabados.

 

Piel de cordero

Las pieles para calzado elaboradas a partir del cordero son muy recurrido y casi tan populares como las que proceden de la vaca. Es una piel muy suave y una vez curtida esta piel es fácil de identificar por su suavidad y delgadez.

También lo podemos encontrar en diferentes formatos, presente en otras prendas de vestir y es bastante recurrido para forrar el interior del calzado.

Destacar que se utiliza para realizar imitaciones de otro tipo de piel, como el de antílope, de dónde se obtendría el ante.

 

Piel de ciervo

Es uno de los tipos de pieles para calzado más flexibles, suaves y además resistentes. Es por ello que se utiliza para fabricar distintos tipos de zapatos ya que su gran adaptación a la forma de los pies, dota de una gran comodidad a quien lleva calzado elaborado a partir de este tipo de piel.

Hay que tener en cuenta que una piel con tales características, evidentemente es más delicada, por lo que hay que llevar cuidado al limpiar los zapatos que tengan piel de ciervo. Deberemos utilizar los productos adecuados para su lavado y mantenimiento.

Destacar que su gran adaptación permite reducir la presión del calzado y los focos de dolor, siendo ideales para las personas que tengan problemas en los pies.

 

Piel de cabra

Se suelen utilizar para darles grandes toques de brillo, por lo que es muy común en calzado para vestir y por tanto en productos de elevado precio.

Las pieles de cabra, son un tipo de pieles para calzado características por ser muy ligeras, finas y flexibles. Tienen una estructura muy compacta y se consideran de gran calidad.

Podemos encontrar dos tipos de piel de cabra:

  • Tafilete: de grano muy fino.
  • Dóngola: Más grande, brillante y de grano más grueso. Es una piel de calidad superior.

 

Acabados de las pieles para calzado

En el calzado podemos encontrar diferentes acabados de tipos de pieles curtidas, sean del origen que sea, como hemos visto en los puntos anteriores.

Serraje o piel vuelta

Sobre todo la conocemos por lo difícil que es evitar que se desgaste o se manche, es una piel delicada en este sentido, aunque en realidad suele ser dura y pesada.

El serraje o piel vuelta, es lo que obtenemos tras separar una única gruesa capa de piel en varias capas. Su acabado es aterciopelado.

piel de serraje para calzado

Nobuck

Gracias al tratamiento que se le aplica, acaba siendo una piel para calzado con alta transpirabilidad y aguante.

Este tratamiento se aplica en el exterior de la piel curtida, puliéndola y concediéndole un tacto también aterciopelado.

Al igual que el serraje, tiene un difícil mantenimiento, se decolora rápido y es muy difícil de evitar que se manche y lavarlo.

 

Charol

Esta es una de las pieles para calzado más peculiar para algunos y muy recurrida en la moda y productos de gran valor.

El charol se consigue tras aplicar sobre la piel curtida varias bases de poliuretano, normalmente se utiliza serraje para este proceso ya que el acabado del brillo es mayor.

Es un acabado bastante particular y pierde las propiedades naturales de la piel origen, es fácil de mantener pero con el paso del tiempo los pliegues de los zapatos pueden hacer que se produzcan grietas y se deterioren.

 


 

Esperamos que toda esta información haya sido de ayuda y de tu gusto y si tienes alguna duda o consulta no dudes en contactar con nosotros a través del formulario de contacto.

Pedro Olivares trabaja con: T.L San Martín y Conceria Tirrena

Pieles para calzado ultima modificacion: 2018-04-18T11:58:00+00:00 por TC